+1 (516) 859-3362 | oficina@iglesiacasadepaz.org

A menudo los sucesos de la vida nos confunden. Hay muchas cosas que nunca comprenderemos. Otras se colocarán en su lugar en un futuro cercano, pero sobre toda circunstancia sabemos que Dios tiene el control.

Los pasos del hombre los dirige el Señor. ¿Cómo puede el hombre entender su propio camino? (Pro 20:24)

Este proverbio nos aconseja no preocuparnos si no comprendemos todo lo que sucede en nuestra vida. En vez de eso, confiemos en que Dios sabe lo que hace, incluso si su intención no es clara para nosotros.

En realidad nadie conoce completamente su destino; nos evitaríamos gran cantidad de problemas en la vida si tuviéramos una visión clara de nuestro destino. Entender todo lo que nos pasa en la vida se dificulta cuando no comprendemos que es Dios quien dirige nuestro caminar.

Dios Tiene El Control

Es solamente en Dios que descubrimos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro significado, nuestro propósito, nuestra importancia, y nuestro destino.

Cualquier otro camino nos PUEDE llevar a un callejón sin salida.

Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte. (Pro 14:12)

No debemos intentar ser los dueños de nuestro destino y manipular para salirnos con la nuestra, sino buscar la dirección de Dios.

“La mente del hombre planea su camino, pero el SEÑOR dirige sus pasos.” (Pro 16:9)

HECHOS PARA DIOS

Fuimos hechos para Dios, no viceversa, y la vida es acerca de permitir que Dios lo use a usted para Sus propósitos, no que usted lo use a Él para sus propósitos personales.

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. (Rom 8:28)

No somos obra de la casualidad; su nacimiento no fue un error o un accidente, y su vida no es una casualidad de la naturaleza. Puede que sus padres no lo hayan planeado pero Dios sí lo planeó. El no se sorprendió del todo de su nacimiento. De hecho, Él lo esperaba.

En su ser usted contiene el ADN perfecto, su genética está cuidadosamente elegida para cumplir el propósito eterno de Dios.

Así dice el Señor, el que te hizo, el que te formó en el seno materno y te brinda su ayuda: “No temas, Jacob, mi siervo, Jesurún, a quien he escogido, (Isa 44:2)

Dios nos hizo y por lo tanto cuidará de nosotros, todos los días de nuestra vida Él seguirá siendo el mismo.

Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré. (Isa 46:4)

Muchas veces no vamos a comprender el propósito de Dios para nuestra vida en un principio. En ocasiones tendremos que esperar varios años para ver lo que Dios tenía planeado para nosotros y para los demás.

LA OBRA DE DIOS

A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: —Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? —Ni él pecó, ni sus padres —respondió Jesús—, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida. (Juan 9:1-3)

Este hombre ciego de nacimiento, había pasado gran parte de su vida mendigando. Sin imaginarse que Dios había permitido esa deficiencia física en su vida para mostrar su poder a los hombres de esa generación.

Nosotros hemos atravesado por situaciones muy difíciles, circunstancias que no entendemos porque las vivimos; pero si usted deja en las manos de Dios su destino, créame que va poder entender el porqué de muchas situaciones.

Estamos en el tiempo en el cual Dios sigue manifestando las obras por las cuales ha sido enviado.

Viene la hora, donde ya no habrá tiempo para manifestar el trabajo de Dios en la vida de las personas.

Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar. (Juan 9:4)

Es el tiempo de poner nuestro caminar en las manos de Dios; conducirnos por El Camino que ha establecido para nosotros. Jesús es El Camino.

Es la única forma de agradar a Dios. No podemos agradar a Dios con nuestros hechos, solo a través de Jesús. Sin fe es imposible agradar a Dios.

“El SEÑOR afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el SEÑOR lo sostiene de la mano.” (Sal 37:23-24)


Si desea ponerse en contacto con nosotros, llene el formulario de Contacto o escríbanos un correo electrónico a: oficina@iglesiacasadepaz.org