Desde tus aposentos riegas los montes, se sacia la tierra del fruto de tus obras. Tú haces brotar la hierba para el ganado, y las plantas que cultiva el ser humano para sacar el pan de la tierra; (Sal 104:13-14 BLPH)
Para que toda semilla germine es necesario e indispensable que se riegue con agua; La humedad es indispensable, desde la siembra hasta que nazcan las plantas.
La germinación se efectúa sólo bajo la temperatura adecuada y el agua que penetra en la semilla, esto para reblandecerla y así facilitar el crecimiento de las raíces.
Si las semillas quedaran un solo momento secas, por mucho que después se regaran ya no se puede recuperar lo perdido.
La Biblia nos dice que desde sus aposentos El Señor riega los montes; con su lluvia Él hace brotar las plantas que cultiva el ser humano y obtener el alimento.
Ese lugar llamado aposento es de donde provienen las lluvias de bendiciones y la seguía espiritual se termina.
LA LLUVIA RIEGA LA TIERRA
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que realizará lo que me place, y cumplirá aquello para lo que la envié. (Isa 55:10-11 RVR1977)
La naturaleza maravillosa de Dios nos enseña que por medio del agua es como la semilla produce, y Su Palabra nos enseña que esa lluvia proviene de sus altos aposentos.
Si en nuestra vida anhelamos que nuestras semilla produzcan debemos de tomar en cuenta que es necesario tener nuestro aposento alto y entrar en comunión con Él para que derrame su lluvia.
No es necesaria solo una semilla, no es suficiente con depositar una buena siembra, es necesario que esa semilla sea regada por el agua para que produzca frutos.
De la misma forma nuestras siembras de las cuales esperamos abundantes necesitan ser regadas por las aguas que provienen de los aposentos altos.
EL LUGAR SECRETO
Los aposentos representan el lugar de comunión con Dios; un lugar de encuentro con Su presencia.
El aposento alto es el lugar secreto donde Dios conoce nuestro corazón, es el lugar donde Su Espíritu nos ministra.
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y a puerta cerrada, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te lo recompensará en público. (Mat 6:6 RVR1977)
No deje de buscar a Dios en la intimidad de su lugar secreto, anhele con todo su corazón tener un tiempo con Dios, busque Su rostro.
En los aposentos altos resucitaron muertos, Daniel oraba tres veces al día y fue librado; Jesús preparó un aposento para Él y sus discípulos el día de la cena de pascua.
El Espíritu Santo se derramó el día de Pentecostés cuando estaban reunidos en un aposento alto, Pedro resucitó a Tabita en un aposento alto, el apóstol Pablo enseñaba en largas vigilias en un aposento.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Heb 4:16 RVR1977)
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