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Hablando de la oración y de nuestra comunión con El Señor, muchas veces al no ver la respuesta a nuestra petición sentimos que vamos en sentido opuesto.

Todo lo que hemos estado pidiendo o buscando lo vemos tan distante y sin sentido alguno.

Muchos hemos llegado a pensar que Dios no nos escucha o que por alguna razón las cosas en lugar de mejorar se ponen peor.

LOS PLANES DE DIOS

“Las siguientes naciones son las que el SEÑOR dejó a salvo para poner a prueba a todos los israelitas que no habían participado en ninguna de las guerras de Canaán. Lo hizo solamente para que los descendientes de los israelitas, que no habían tenido experiencia en el campo de batalla, aprendieran a combatir.” (Jdg 3:1-2)

El libro de los Jueces describe como el Señor “intencionalmente” deja a ciertas naciones para poner a prueba a su pueblo.

Básicamente esas naciones que dejó el Señor servirían para que el pueblo tuviera experiencia en el campo de batalla.

Sin duda hay guerras que nuestro Dios permite para hacernos expertos guerreros y a través de esas experiencias enseñar a otros.

Posiblemente hoy estemos peliando una batalla que Dios está permitiendo únicamente con el objetivo de prepararnos.

Esa guerra está produciendo carácter, experiencia, madures y compromiso.

DIOS SE GLORIFICARÁ

Este tipo de batallas son únicamente con el propósito de que Dios se glorifique.

Recordemos que Su poder se perfecciona en nuestra debilidad.

“Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (2Co 12:10)

EN SENTIDO OPUESTO

Es en momentos de debilidad en donde pareciera que vamos en sentido opuesto, incluso llegamos a pensar que nuestra oración no se escucha.

Puede que la duda toque la puerta de su corazón en momentos como estos.

Pasa el tiempo y vemos que la situación en lugar de mejorar cada vez empeora.

Siga buscando la dirección del Espíritu Santo, pues Él es quien nos lleva a toda verdad.

No deje de orar, siga buscando a Dios con todo su corazón. Él se glorificará en su vida.

MOISES Y FARAÓN

“Yo, por mi parte, endureceré el corazón del faraón para que él los persiga. Voy a cubrirme de gloria, a costa del faraón y de todo su ejército. ¡Y los egipcios sabrán que yo soy el SEÑOR!» Así lo hicieron los israelitas.” (Exo 14:4)

Moisés había sido llamado por Dios para liberar al pueblo de la esclavitud y dominio del faraón.

Pero cada vez era más difícil que faraón se doblegara ante la voluntad de Dios. Tal pareciera que la voz del pueblo no era escuchada por Dios.

Pero la realidad era que Dios quería cubrirse de gloria ante el rey de Egipto.

Eso sucede muchas veces cuando llegamos al límite de la desesperación cuando nuestras oraciones no son respondidas en nuestro tiempo.

Creemos que Dios no escucha o que la promesa no se va a cumplir.

NUESTRA CONFIANZA ESTA EN DIOS

La realidad es que debemos de mantener nuestra confianza en Dios, no dejar de creer en ningún momento. Él es fiel y Su Palabra se cumplirá.

Le invito a no perder la confianza en Dios, no deje de orar a Dios, deje que El Espíritu Santo le ayude a pedir como se debe.

Es el Espíritu de Dios quien nos ayuda a pedir.

“Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.” (Rom 8:26)


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