¿Quién Te dejó Caer?
“Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset. ” (2Sa 4:4, RV 1960)
Regularmente el personaje que mucho se menciona en este pasaje es Mefi-boset; muchos nos centramos en su historia, pero en esta oportunidad nos enfocaremos en la nodriza.
Fue ella quien por hacer un bien resultó todo lo contrario.
Hubieron personas que atravesaron situaciones muy difíciles en su vida, a causa de alguien que por hacer un bien resultó todo lo contrario.
La nodriza quiso ayudarlo, tuvo la intención de salvarlo, pero algo improvisto surgió y el niño se le cayó, dejando lisiado de sus pies para toda la vida.
“El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies. Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar.” (2Sa 9:3-4, RV 1960)
Sin embargo, en la vida de este joven aparece David, el rey quién se encargó de restituir todos los bienes perdidos.
David le restituye su posición como principe.
Así en nuestra vida Jesús apareció para restituir todo lo perdido y devolvernos nuestra identidad de principes.